jueves, 24 de septiembre de 2015


ATEOS, GRACIAS A DIOS



La visita del Papa Francisco a Cuba no tuvo mayores emociones, comenzando porque cero y van tres Papas que visitan la bella, aislada y bloqueada isla. El recibimiento fue muy ordenado, y diría yo que disciplinado, al estilo de los países autocráticos donde el Estado ordena y el pueblo cumple. Banderitas blancas que se agitan al viento y niños que los guardaespaldas le acercan al Papa sistemáticamente para que los bese o los acaricie. ¡Todo fríamente calculado! Y es explicable pues entre 1962 y 1992 (30 años) el Estado cubano fue un estado ateo, donde se prohibían radicalmente las manifestaciones religiosas, particularmente las católicas. Desde el 92 a la fecha (más de 20 años), siendo un estado laico, se prohíbe la enseñanza de cualquier religión en las escuelas, aunque hay “libertad” de cultos, siempre y cuando no contradigan los postulados marxistas leninistas, verdaderos dioses de la revolución comunista.

La religión católica requería de iglesias y ritos manifiestos, que fueron y han sido fáciles de controlar. Sin embargo, esto no fue posible con la Santería o Yoruba, que siguió propagándose indefectiblemente. La Santería se desarrolla en el caribe desde épocas muy antiguas, ya que con la llegada de los esclavos africanos a América se extendió con facilidad, llegando a lo que se ha llamado el “sincretismo”, donde se confunden los santos católicos con los dioses paganos de la Yoruba. Como la religión católica perseguía y rechazaba los ritos de los santeros, estos camuflaron sus dioses en los santos católicos.

La santería ha logrado prevalecer pues el “sincretismo” ha sido una formula muy efectiva: Santa Bárbara es Changó, la Virgen de la Caridad es Oshun, entre otros, y las máximas autoridades son los sacerdotes Babalaos. Estas manifestaciones religiosas solo requieren de pequeños altares en las casas y ritos muy sencillos, que pueden pasar desapercibidos para los esbirros del régimen. Hoy se cree que un 25% de la población es católica, aunque no muy practicante, y el resto se acerca más al “sincretismo” o Santería. 

De manera que no es extraño que después de 50 anos de revolución, los cubanos sean “ateos gracias a dios”, donde el dios es la revolución, es Marx, es Lenin, es Mao. 

Esa expresión de Luis Buñuel, aquel dramaturgo y director de cine español, famoso por películas como “Viridiana”, “El Discreto Encanto de la Burguesía” (premio Oscar), y “Ese oscuro Objeto del Deseo”, entre muchas otras, que me sirve para titular esta columna, tiene origen en su filosofía agnóstica y pesimista cuando nos dice: 

"Imaginemos que el azar no existe y que toda la historia del mundo, hecha bruscamente lógica y comprensible, pudiera resolverse en unas cuantas fórmulas matemáticas. En tal caso, sería necesario creer en Dios, suponer como inevitable la existencia activa de un gran relojero, de un supremo ser organizador."

"Pero Dios, que lo puede todo, ¿no habría podido crear por capricho un mundo entregado al azar? No, nos responden los filósofos. El azar no puede ser una creación de Dios, porque es la negación de Dios. Estos dos términos son antinómicos. Se excluyen mutuamente."

"Carente de fe (y persuadido de que, como todas las cosas, la fe nace a menudo del azar), no veo cómo salir de este círculo. Por eso es por lo que no entro en él. La consecuencia que de ello, extraigo para mi propio uso, es muy sencilla: creer y no creer son la misma cosa. Si se me demostrara ahora mismo la luminosa existencia de Dios, ello no cambiaría estrictamente nada en mi comportamiento. Yo no puedo creer que Dios me vigila sin cesar, que se ocupa de mi salud, de mis deseos, de mis errores. No puedo creer, y en cualquier caso no acepto, que pueda castigarme para toda la eternidad."

"¿Qué soy yo para él? Nada, una sombra de barro. Mi paso es tan rápido que no deja ninguna huella. Soy un pobre mortal, no cuento ni en el espacio ni en el tiempo. Dios no se ocupa de nosotros. Si existe, es como si no existiese. Razonamiento que antaño resumí en esta fórmula: «Soy ateo, gracias a Dios.» Fórmula que sólo en apariencia es contradictoria."

Parodiando a Buñuel, a estas alturas, para los cubanos, da lo mismo creer o no creer en el marxismo leninismo, pensamiento Mao Tse Tung. Es su realidad, es la revolución. Por eso, en su visita, Francisco, el hombre, no paso de ser un Jefe de Estado bien recibido, en forma disciplinada, pero que para muy pocos cubanos es el representante de Dios en la tierra. 

Pedro Páramo

24 de septiembre 2015

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