martes, 22 de septiembre de 2015


¡TACTO PRESIDENTE!


Este tema de la frontera con Venezuela se ha convertido en una noticia cotidiana, a la cual nos estamos acostumbrando. Eso nos pasa con frecuencia en Colombia, donde lo mediático tiene tal importancia que es fácil confundirnos cuando dejamos de ver ancianas y niños, cargando sus pocas pertenencias y cruzando el rio, poco profundo afortunadamente, llegando a creer que ya pasó todo. Parece que la reacción del gobierno ha sido tan apropiada, que entonces ya no se muestra el sufrimiento de los desplazados o expulsados por Maduro. Solo vemos carpitas de camping muy organizadas, cual paseo de estudiantes. Ya no se muestra la miseria humana, exacerbada por las acciones despóticas del tirano. Ya no es noticia y no da para la crónica amarillista.

Lo primero que hay que decir es que el Gobierno, con sus instituciones, reaccionó a la altura y eso hay que reconocerlo y valorarlo porque no es lo frecuente. Casi siempre la ayuda es tardía e incompleta en los sitios de desastre o de crisis humanitaria. Un equipo de ejecutivos es lo que hemos visto en Cúcuta y otras poblaciones de la frontera, con muy buenos recursos económicos para administrar la emergencia. ¡Qué bueno Presidente!

Y por otro lado, Maduro se ha quedado con un palmo de narices porque no encontró con quien “darse en la cara marica”.  Ese estilo anglo-sajón de Santos, mis amigos, de “oligarca capitalino bien educado”, dirían algunos, ha dado al traste con la escalada de violencia que quería producir Maduro. Santos se ha aguantado los insultos e impertinencias del payaso de turno que gobierna Venezuela. No hubiera ocurrido lo mismo con Uribe. Hay que recordar la valentía con la que ese ”rufián de barrio”, dirían unos, u “oligarca de provincia”, como dirían otros, enfrentaba a Chávez, ese si hombre temible y con una Venezuela aún rica y medio administrada. A falta de crónicas tristes y ocasionalmente amarillistas, los noticieros nos han vuelto a pasar los enfrentamientos del Senador Uribe, cuando era Presidente y fue retado por Chávez a presentarse en UNASUR. Esa firmeza y carácter con que manejó el encuentro no se puede olvidar. Chávez alterado, casi sin respiración, amenazó con recuperar la Guajira para Venezuela, “territorio que nos quitó Colombia”, si Uribe permitía el establecimiento permanente de bases militares norteamericanas en esa región tal olvidada de Colombia. ¡Qué atrevimiento el del tirano¡ No sabemos qué hubiera pasado de persistir Uribe en esa entrega a los norteamericanos. ¡Nada bueno seguro!

Una vez conocida la estratagema de Maduro y su titiritero, el señor Cabello, para crear ficticiamente el enemigo interno al que hay que golpear -los indocumentados colombianos-  y luego evidenciar el enemigo externo –“la oligarquía colombiana derechista y paramilitar, uribista para más señas y apoyada por el imperio”, según{un ellos, veremos escaramuzas por doquier de los venecos durante todo este periodo preelectoral, que parece le podría dar réditos políticos en las próximas elecciones, que incluso, dicen los expertos no se van a dar.

De manera que ¡Tacto Presidente!, siga así que “no hay maduro que no se pudra ni cabello que no se caiga”, como dice la sabiduría popular. Mantenga los pantalones bien amarrados, pida respeto para usted y los colombianos, pero no se deje alterar por ese experto en propaganda política negra que es Diosdado. Y anticipémonos un poco, porque muy pronto nos sobrevolarán aviones rusos, como en la crisis con Nicaragua, advirtiéndonos que detrás del muñeco hay un oso grande y peludo.

Pedro Paramo

16 de septiembre 2015       

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