¡TACTO PRESIDENTE!
Este tema de la frontera con
Venezuela se ha convertido en una noticia cotidiana, a la cual nos estamos
acostumbrando. Eso nos pasa con frecuencia en Colombia, donde lo mediático tiene
tal importancia que es fácil confundirnos cuando dejamos de ver ancianas y
niños, cargando sus pocas pertenencias y cruzando el rio, poco profundo
afortunadamente, llegando a creer que ya pasó todo. Parece que la reacción del
gobierno ha sido tan apropiada, que entonces ya no se muestra el sufrimiento de
los desplazados o expulsados por Maduro. Solo vemos carpitas de camping muy
organizadas, cual paseo de estudiantes. Ya no se muestra la miseria humana,
exacerbada por las acciones despóticas del tirano. Ya no es noticia y no da
para la crónica amarillista.
Lo primero que hay que decir es
que el Gobierno, con sus instituciones, reaccionó a la altura y eso hay que
reconocerlo y valorarlo porque no es lo frecuente. Casi siempre la ayuda es
tardía e incompleta en los sitios de desastre o de crisis humanitaria. Un
equipo de ejecutivos es lo que hemos visto en Cúcuta y otras poblaciones de la
frontera, con muy buenos recursos económicos para administrar la emergencia.
¡Qué bueno Presidente!
Y por otro lado, Maduro se ha
quedado con un palmo de narices porque no encontró con quien “darse en la cara
marica”. Ese estilo anglo-sajón de
Santos, mis amigos, de “oligarca capitalino bien educado”, dirían algunos, ha
dado al traste con la escalada de violencia que quería producir Maduro. Santos
se ha aguantado los insultos e impertinencias del payaso de turno que gobierna
Venezuela. No hubiera ocurrido lo mismo con Uribe. Hay que recordar la valentía
con la que ese ”rufián de barrio”, dirían unos, u “oligarca de provincia”, como
dirían otros, enfrentaba a Chávez, ese si hombre temible y con una Venezuela
aún rica y medio administrada. A falta de crónicas tristes y ocasionalmente
amarillistas, los noticieros nos han vuelto a pasar los enfrentamientos del
Senador Uribe, cuando era Presidente y fue retado por Chávez a presentarse en
UNASUR. Esa firmeza y carácter con que manejó el encuentro no se puede olvidar.
Chávez alterado, casi sin respiración, amenazó con recuperar la Guajira para
Venezuela, “territorio que nos quitó Colombia”, si Uribe permitía el
establecimiento permanente de bases militares norteamericanas en esa región tal
olvidada de Colombia. ¡Qué atrevimiento el del tirano¡ No sabemos qué hubiera
pasado de persistir Uribe en esa entrega a los norteamericanos. ¡Nada bueno
seguro!
Una vez conocida la estratagema
de Maduro y su titiritero, el señor Cabello, para crear ficticiamente el
enemigo interno al que hay que golpear -los indocumentados colombianos- y luego evidenciar el enemigo externo –“la oligarquía
colombiana derechista y paramilitar, uribista para más señas y apoyada por el
imperio”, según{un ellos, veremos escaramuzas por doquier de los venecos
durante todo este periodo preelectoral, que parece le podría dar réditos
políticos en las próximas elecciones, que incluso, dicen los expertos no se van
a dar.
De manera que ¡Tacto Presidente!,
siga así que “no hay maduro que no se pudra ni cabello que no se caiga”, como
dice la sabiduría popular. Mantenga los pantalones bien amarrados, pida respeto
para usted y los colombianos, pero no se deje alterar por ese experto en
propaganda política negra que es Diosdado. Y anticipémonos un poco, porque muy
pronto nos sobrevolarán aviones rusos, como en la crisis con Nicaragua,
advirtiéndonos que detrás del muñeco hay un oso grande y peludo.
Pedro Paramo
16 de septiembre 2015
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