Una marcha multitudinaria ¿15 mil o 100 mil personas? contra
la minería en Soto Norte nos ha puesto a pensar nuevamente sobre las ventajas o
desventajas de un proyecto como el que plantea Minesa (Minera de Santander),
hoy con capital árabe, pues pertenece a Mubadala, fondo de los emiratos árabes,
después de haber pasado por manos de colombianos, canadienses y brasileros.
Recuerden mis amigos que ya les había contado la historia de cómo la mina de La
Bodega llegó a manos de los árabes: una familia Gelvez, santandereana, de
California Santander, pueblo minero desde antes de la Colonia, venía explotando
artesanalmente y luego con algo de tecnología, una mina cuya riqueza apenas si
se vislumbraba pues nunca fue explorada con las técnicas modernas de
perforación, ni geofísica y geoquímica, pero sobre la cual mi amigo el geólogo
canadiense Antony Spat, fallecido más bien recientemente, quien caminó palmo a
palmo la región, llegando hasta el gran Santurban, si sabía de su gran
potencial. Por eso trató de que fuera
adquirida por la antigua Greystar, hoy Eco Oro, que tiene pleito millonario con
el Estado después de negarle la licencia al proyecto Angostura. Eso no fue
posible pues la familia santandereana pedía nueve millones de dólares, suma que
parecía excesiva en ese momento para los canadienses. Sin embargo apareció un
comprador más avezado, Ventana Gold, que logró un acuerdo inicial, que como se
demostraría más adelante resultó leonino, teniendo que pagar 48 millones de
dólares por La Bodega. Pero como el
negocio del oro es especulativo, por fuera o por dentro de las bolsas de
valores, apareció Ike Batista, el otrora magnate brasilero, propietario de AUX,
comprando dicha mina por 1.500 millones de dólares, parte en efectivo y parte
en acciones de otros negocios como carbón y petróleo. ¡!!Habrase visto¡¡¡ ¿Y
sin que Colombia se beneficiara de tales transacciones?
Los negocios de Batista se desinflaron, el magnate se quebró,
y finalmente La Bodega quedó por carambola en poder de Mubadala, fondo del
gobierno de Abu Dabi, uno de los emiratos árabes. Mis fuentes de alta fidelidad
me dicen que la recibió por 500 millones de dólares, no más. Todo lo de Batista
se desinfló, mis amigos. Y no era para menos, sigue enredado en sus líos
judiciales. ¿No es el oro un negocio
especulativo?
PEDRO PÁRAMO
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